domingo, 29 de agosto de 2010

Ellos

La estúpida se pasaba los días buscando la forma correctar de terminar aquella carta, buscaba la forma de lograr su propósito sin ofenderlo, cuidando cada palabra, lo peor para ella sería que él la putee al leer sus líneas. La estúpida tiene miedo, cada vez que escribe entra en crisis, miedo, miedo y más miedo, teme, le asusta por sobre todas las cosas lo que él pueda pensar al leer sus líneas. La estúpida se pasa las noches en blanco, pensando en que hará él, si estara bien o no, si tendra tanto miedo como ella, como se sentira en estos momentos?. La estúpida vuelve a escribir, gastando el poco dinero que le queda en que según lo que ella cree a él lo hará ponerse bien, pensó tanto en él, hizo tanto por él, si el venía y se sentaba un rato con ella o le daba un abrazo la estúpida se sentiría feliz, como muy pocas veces se sintió en la vida. Ella sigue escribiendo, piensa y deja de dormir, tiene como cincuenta intentos y hasta ahora con ninguno se siente satisfecha, necesita encontrar las palabras correctas. A pesar del "daño" que le hizó él, que en realidad no se puede llamar daño en sí, sino una indeferencia absoluta a pesar de que la estúpida hizo miles de cosas por él. Ella sigue allí y no se moverá. NO PODEMOS CAMBIAR A LAS PERSONAS, a la estúpida le dolió aceptar eso, al comienzo se negaba rotundamente, pero lo acepto y aceptó también su condición de eterna estúpida, suena patetico pero es así, a parte sería cínico considerar algo de esa manera, sin examinar antes nuestra propia vida. Ella lo acepto, y se dio cuenta que a pesar de lo ocurrido, siempre va a seguir allí porque la estúpida soy yo.
Me puse sentimental, así que un videíto acorde al momento:


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